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PROPIEDADES SALUDABLES DEL VINO
Cuando me pidieron que escribiera un breve artículo para esta didáctica e instructiva revista del mundo del vino, desde el primer momento, pensé que al ser un especialista en ciencias de la salud, tenía que aportar algo sobre este preciado néctar que estuviera relacionado con mi especialidad, y es por ello que he decidido de forma resumida, aportar en forma divulgativa, el resumen de un artículo publicado en una revista científica de primer nivel, donde se habla de las propiedades saludables del vino.
Dicho artículo, nos habla de los efectos beneficiosos que produce durante las comidas, el consumo moderado del vino, y para ello, el grupo de trabajo del Dr. Joseph Kanner, de la Facultad de Farmacia de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en 2008, demostró que la mezcla del vino tinto con las carnes rojas, además de mejorar el sabor, produce otros efectos. Cuando el vino y la carne se mezclan en el estómago, los polifenoles del vino impiden la formación de productos químicos nocivos que se liberan cuando se digiere la carne. Las toxinas oxidantes de la carne, entre las que se encuentra el malonildialdehído, están implicadas en los procesos de arteriosclerosis, cáncer, diabetes y otras enfermedades graves. Kanner, sospechaba que el efecto protector del vino se producía en el estómago, por lo tanto, planteó la hipótesis de que si los polifenoles llegan al estómago cuando las grasas están liberando malonildialdehído, podrían neutralizar al mismo impidiendo su absorción.
Para corroborar esta teoría, el farmacólogo y sus colaboradores seleccionaron dos grupos de ratas; al primero de ellos le administraron una comida consistente en vísceras de pavo, ricas en malonildialdehído, pues en el ser humano la ingestión de la mismas se ha comprobado que aumenta los niveles de este producto, mientras que al segundo grupo, le administraron la misma comida mezclada con un concentrado de vino tinto. Hora y media después de la comida, se sacrificó a las ratas, se le extrajeron los estómagos y se analizó su contenido, comprobándose que el concentrado de vino redujo la formación de malonildialdehido y también la concentración de hidroperóxidos, otro grupo de compuestos oxidantes que causa daño celular.
Basándose en estos resultados, los investigadores argumentan que buscar los antioxidantes del vino en el torrente circulatorio, es un error, ya que no es necesario que lleguen a la sangre para que ejerzan su efecto benefactor.
Según el mismo autor, “los hallazgos muestran que los antioxidantes del vino, son capaces de neutralizar estos productos nocivos para la salud”.
Su investigación, también indica que tomar fruta al final de una comida es una costumbre sana, en contra de lo que decían algunos estudios previos. Numerosas frutas son ricas en polifenoles (después de todo, el vino no es más que zumo de uva fermentado). Cuando se toman como postre, las frutas llegan al estómago justo cuando la digestión de la comida va a producir sus peores efectos, cortando el problema de raíz.
Por tanto, este artículo y otros muchos que demuestran las bondades del vino y su uso con carácter medicinal, son las bases en las que debemos sustentar el consumo del mismo.
Dr. Pedro Martínez Hernández
Propietario de Bodegas Baigorri.
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