¿Qué diferencias hay entre un vino ecológico y uno convencional?

Básicamente la diferencia entre un vino producido con uvas ecológicas y otro convencional consiste en la acreditación y certificación del cumplimiento de una normativa de rango Europeo ( 834/2007) la cual establece unos métodos de producción que no permiten la utilización de productos de síntesis en el cultivo de la vid (No herbicidas, No insecticidas, No abonos de síntesis etc..) y al mismo tiempo limita la adición y prácticas enológicas que están permitidas para los vinos convencionales.

¿Están al mismo nivel los vinos ecológicos en cuanto a calidad?

      Actualmente los vinos ecológicos están experimentando un salto cualitativo muy importante ya que son bodegas con instalaciones de ultima generación quienes estamos elaborando estos vinos y tanto los conocimientos enológicos, como las prácticas ecológicas,  permiten obtener vinos de calidad que sería imposible alcanzar con uvas no ecológicas.

En los últimos años ha habido un gran salto de calidad de los vinos ecológicos. ¿A qué es debido?

Fundamentalmente a que las bodegas que se están incorporando son empresas con criterios de calidad muy acuciados y sobretodo, a que la competencia hace que los elaboradores vayan mejorando los manejos de la vid en aras de una mayor calidad final para sus productos.

¿Existe diferencia de precio con respecto a un vino convencional? Si es así, ¿qué la justifica?

No tiene porqué existir esa diferencia, y si esta existe, siempre será debido a un mayor valor cualitativo del producto que el consumidor tiene entre sus manos. Aunque el consumidor debe de saber que elaborar un vino certificado como ecológico tiene un costo adicional de certificación, tanto en el viñedo como en la elaboración de bodega que el vino convencional no tiene.

Parece que los vinos ecológicos empiezan a estar de modo entre el público. Algunas grandes bodegas incluso empiezan a producir vinos de este tipo. ¿Qué futuro le augura a los vinos ecológicos?

Afortunadamente los consumidores son cada vez más exigentes con la calidad organoléptica de los alimentos que consumen y con la seguridad que estos alimentos le trasladan para su salud.
Estos aspectos hacen que hoy en día el consumo de alimentos, y por ende, el de los vinos ecológicos esté experimentando unos crecimientos cuantitativos que nada tiene que ver con los vinos convencionales, y esto asegura un gran futuro para las bodegas y viticultores que practiquen estos métodos de producción.

¿Qué acogida está teniendo este tipo de vinos fuera de España?

Es el mercado exterior quién mejor está respondiendo al consumo de los vinos ecológicos motivado por un mayor conocimiento y concienciación por parte de los consumidores de las características cualitativas que estos vinos llevan aparejadas, no sólo en el aspecto organoléptico, sino en el aspecto Medioambiental y de salud.

¿Qué países tienen una mayor tradición de consumo de vinos ecológicos?

Son los países Centro Europeos y Nórdicos quienes más consumen vinos ecológicos, aunque Estados Unidos comienza a tener un crecimiento muy interesante.
En España ya existe una gran conciencia por parte de los consumidores pero queda mucho trabajo de información para que el consumidor español sepa claramente de qué se trata cuando se habla de un vino ecológico.

Los concursos nacionales e internacionales comienzan a valorar y a premiar los vinos ecológicos frente a los vinos convencionales. ¿Cree que esto está ayudando a este auge que experimenta el sector en los últimos tiempos?

Por supuesto que sí, este tipo de eventos cumplen dos funciones muy importantes para este tipo de vinos; En primer lugar acerca los métodos de producción ecológica a los prescriptores de opinión y por otro lado se demuestra de forma objetiva que la calidad de los vinos ecológicos es de un nivel superior a lo que muchos esperan.

El calentamiento global es un hecho y por ello la lucha contra el cambio climático está cada vez más de actualidad ¿Qué beneficios aportan este tipo de vinos al medio ambiente?

Cualquier método de producción que lleve aparejado una disminución del consumo de los recursos naturales y un compromiso de reducción progresiva de estas emisiones es de tener en cuenta a la hora de una decisión de compra por parte del consumidor. La Agricultura Ecológica es un método productivo que incide directamente en estas cuestiones, y por tanto cualquier alimento que se produzca con estos métodos, sean vinos o cualquier otro alimento, va a incidir favorablemente en la conservación de los recursos naturales y en la preservación del medioambiente.

¿Es posible que en el futuro todos los vinos se produzcan de forma ecológica?

Es aventurado contestar de forma afirmativa, sería mi deseo, pero lo que sí es cierto es que el modelo productivo actual debe de cambiar forzosamente hacia modelos productivos menos agresivos y más respetuosos con el medio. Por la preservación de éste, y por la seguridad de los consumidores.

Con el lanzamiento en 1999 de “Piedra Luenga”, uno de los primeros vinos ecológicos certificados de España, fueron pioneros en este campo. ¿Qué consejo le daría a las bodegas que quieran iniciarse en la producción de este tipo de vinos?

Solamente puedo hablar de nuestra experiencia en estos 11 años, y decir que hemos descubierto lo generoso y gratificante que es trabajar con el entorno, manejar cubiertas vegetales y ver como el viñedo agradece con buenas cosechas y calidad excepcional de las uvas.
Es cierto que al principio el miedo a lo desconocido y el periodo de Reconversión (3 años para los viñedos) hace que muchas bodegas no se decidan a practicar esta metodología de cultivo, pero aseguro que merece la pena, y que la Naturaleza sabe recompensar las buenas prácticas.

¿Recibe la producción de vinos ecológicos algún tipo de ayuda económica de la administración?

La producción como tal no tiene asignada ningún tipo de ayuda, existen las ayudas al cultivo de viñedo, que dependiendo del país en cuestión serán de una cuantía u otra.
Las bodegas que elaboramos vinos procedentes de uvas ecológicas tenemos que pagar una certificación por hacerlo y según qué Comunidad Autónoma se trate, la certificación se liquida por visitas realizadas o por volumen de facturación, esto es algo que venimos demandando a la administración desde hace tiempo, es decir, que exista una homogeneidad en el cobro de esas certificaciones.

La propuesta de la Unión Europea para regular más en profundidad los requisitos de este tipo de vinos no ha salido finalmente adelante por las reticencias de países como Francia o Alemania, mientras que si existe una regulación específica para los alimentos ecológicos. ¿Supone esto un retroceso de cara al futuro de estos vinos?

En absoluto, es más, pienso que hacer una normativa que regule específicamente la producción de vinos ecológicos es una tarea que debe de estar perfectamente consensuada y probada, de no ser así podemos caer en el error de trasladar ambigüedades y desconfianza a los consumidores y hoy por hoy, si algo debe de tener este modelo productivo es la seguridad, es uno de los mayores valores que espera el consumidor.
Lo que no me parece acertado  es que no se permita la utilización del logotipo Europeo ecológico para los vinos y se permita la del organismo certificador, este detalle denota presiones de otros sectores hacia el sector del vinos ecológico.

¿Qué proyectos tiene Bodegas Robles para los próximos años?

Bodegas Robles lleva inmersa en proyectos desde que comenzamos nuestra andadura en la viticultura ecológica por el año 1999, aunque en estos dos últimos años hemos ampliado la gama de vinos ecológicos y hemos sacado al mercado una gama de vinagres procedentes de nuestros vinos ecológicos: Vinagre al P.X., vinagre de Oloroso, vinagre de crianza y vinagre de vino tinto.
También estamos trabajando en el cálculo de emisiones de C02 a la atmósfera en nuestro proceso productivo y lo hemos certificado. Este proyecto nos ha permitido cuantificar de manera objetiva nuestras emisiones y ahora deberemos de irlas disminuyendo paulatinamente, ese es nuestro compromiso para con la sociedad.