CÓMO SE HACE LA GUÍA INTERVINOS


En esta tercera edición de la GUÍA INTERVINOS hemos querido acercar a nuestros lectores los secretos de la elaboración de esta guía, que nació con la vocación de acercar a los amantes del vino una nueva forma de disfrutar de los encantos que guarda, pero desde una perspectiva diferente, más visual, directa y atractiva.


Tres años después de su nacimiento la GUÍA INTERVINOS se ha consolidado como una de las preferidas entre la gente que disfruta con el vino y todo el universo que le rodea. Pero para que esto pueda ser así, ha sido precisa una labor exhaustiva de selección y puntuación, para que la guía incorpore los más selectos y exquisitos vinos nacionales, reconocidos internacionalmente en multitud de concursos.


Catamos miles de vinos cada año y son muchos los que, a pesar de su calidad, quedan desgraciadamente fuera de nuestra selección final, hecho que denota el altísimo nivel que atesora la guía. En un país como el nuestro, donde la viticultura posee una importancia difícilmente igualable, y al nivel o incluso por encima de los mejores productores mundiales, la selección de los vinos que deberán aparecer en la guía se convierte en un proceso tremendamente complicado.


Para valorar adecuadamente los vinos es imprescindible que la cata sea completamente ciega. La calidad de un vino no depende de quién lo hace o de si la bodega que lo produce tiene más o menos prestigio, sino de las características que lo hacen ser único, digno de aparecer en una selección de los mejores vinos españoles, y que la GUÍA INTERVINOS hace año tras año.
En el proceso de puntuación de los vinos, que se presentan para su cata a su temperatura ideal de consumo en función del tipo de vino del que se trate, nuestros catadores emplean la vista, el olfato y el gusto para determinar la calificación final del vino.  Puntuando en una escala de 0 a 100 y según el metódo de la Unión Internacional de Enólogos los valoraciones serían así:


- Al aspecto visual se le concede un máximo de 18 puntos (transparencia, tonalidad e intensidad de color; todos ellos de 0 a 6).
- A los atributos aromáticos 30 puntos (limpieza de 0 a 6 e intensidad, finura y armonía de 0 a 8).
- Al sabor y su combinación sabor-aroma 44 puntos (limpieza y post-gusto de 0 a 6 e intensidad, cuerpo, armonía y persistencia de 0 a 8).
- Por último nos quedan 8 puntos que reflejarán la valoración global que nos merece el examinado.
Este baremo, corresponde a un vino tranquilo (no espumoso ni de aguja), ya que en estos últimos, también se valora el tamaño y la persistencia de la burbuja.


Este proceso determina si  un vino es apto o no para incluirlo en nuestra GUÍA INTERVINOS, ya que solamente seleccionamos aquellos que obtengan una puntuación mínima de 85 PUNTOS, derscartándose los que no alcanzan este nivel, con el fin de ofrecer a nuestros lectores los mejores y más seleccionados vinos de nuestro país.


Felipe Montalbán